martes, 23 de diciembre de 2014

Mensaje de Navidad de Monseñor Saul Figueroa Obispo de Puerto Cabello

NO TEMAN, PUES LES ANUNCIO UNA GRAN ALEGRÍA, QUE LO SERÁ PARA TODO EL PUEBLO: HOY EN LA CIUDAD DE DAVID LES HA NACIDO UN SALVADOR, QUE ES CRISTO EL SEÑOR (LC 2,10-11)


Mis queridos hermanos y hermanos

El Santo Padre Francisco en su primera Exhortación Apostólica ha hablado de la ALEGRÍA de evangelizar. Y esta alegría  brota de la convicción y certeza de que Dios está con nosotros desde la primera Navidad. Por ello los ángeles anunciaron a los pastores no solo el nacimiento de Jesucristo sino sobre todo la alegría de contar con él para siempre pase lo que pase: Les anuncio una gran alegría

 Los cristianos al celebrar el natalicio de Jesucristo, lo hacemos  con inmensa alegría y gratitud, por la  bondad que  Dios Padre celestial ha tenido al  enviarnos a su Único Hijo para que, hecho hombre por nosotros, nos liberara del pecado y nos diera la salvación El centro de la Navidad es Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, Dios con nosotros, que es “el camino la verdad y la vida”. La Navidad es una fiesta esencialmente religiosa. Y en Navidad Jesús nos invita a recibirlo en nuestros corazones con una fe viva, acompañada por las obras, el intenso amor a Dios y a nuestros hermanos. Nos invita a creer en El, para que tengamos vida, ¡y vida eterna!

Tendremos una Navidad feliz y útil si afrontamos el reto de vivir como hijos de Dios, de vivir como hermanos, practicando la solidaridad, rechazando el mal en todas sus formas, perdonando a quienes nos ofenden, trabajando por el país, luchando por los derechos humanos, la libertad y la justicia.

Más allá, pues, de los festejos de estos días, vivamos una Navidad auténtica y religiosa, no frívola ni pagana, realmente provechosa. ¡Llenémonos de Dios! Vivamos esta Navidad con gratitud al Señor y celebrémosla en familia con una actitud realmente cristiana. ¡Tengamos el Nacimiento en nuestros hogares! Acerquémonos al sacramento de la reconciliación y participemos en la Santa Misa el 25 de diciembre y el 1º de enero, que son días de precepto, recibiendo la sagrada comunión, y, por supuesto, todos los domingos, que son el Día del Señor, de Cristo resucitado.

Queridos hermanos y hermanas: Que el Señor conceda a todos ustedes una Navidad   alegre con la convicción de que Dios nos amó primero en el Niño Jesús. ¡A todos les deseo una Navidad feliz! Con mi bendición episcopal,

+SAÚL FIGUEROA,
OBISPO DE PUERTO CABELLO


PUERTO CABELLO, 22  DE DICIEMBRE DE 2014

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