miércoles, 2 de abril de 2014

Fiesta de San Vicente Ferrer


5 de Abril, fiesta de San Vicente Ferrer

Para honrar a su patrón y titular de la Capilla de la comunidad de Alpargatón.
los feligreses junto al párroco Williams Campos organizaron varias actividades para este sábado, las cuales iniciaran a partir de las 7 de la mañana con ambiente musical, a las 9 será la Santa Misa Solemne presidida por el Obispo Monseñor Saúl Figueroa acompañado del párroco y varios sacerdotes invitados de las parroquias eclesiásticas vecinas, donde además 14 jóvenes recibirán el Sacramento de la Confirmación y a 4 de la tarde se llevara a cabo la  procesión con el santo por los alrededores de la Capilla San Vicente Ferrer.
Su historia
San Vicente Ferrer nació en 1350 en Valencia, España. Sus padres le inculcaron desde muy pequeñito una fervorosa devoción hacia Jesucristo y a la Virgen María y un gran amor por los pobres, a quienes repartía significativas limosnas que la familia acostumbraba dar. Ingresó a la comunidad de Padres Dominicos y, por su gran inteligencia, a los 21 años ya era profesor de filosofía en la universidad. Siendo diácono lo mandaron a predicar a Barcelona, ciudad que estaba atravesando por un período de hambre ya que los barcos con alimentos no llegaban desde hace varias semanas.
San Vicente estaba muy angustiado porque la Iglesia Católica estaba dividida entre dos Papas y existía mucha desunión. Estas constantes preocupaciones mortificaron y enfermaron peligrosamente al santo; pero una noche, por revelación divina, descubrió que su misión era la de predicar el Evangelio por ciudades, pueblos, campos y países. El santo recuperó inmediatamente la salud, y durante 30 años recorrió el norte de España, el sur de Francia, el norte de Italia, y Suiza, predicando incansablemente, con enormes frutos espirituales, ya que los primeros en convertirse fueron judíos y moros.
San Vicente fustigaba sin miedo las malas costumbres, que son la causa de tantos males e invitaba incesantemente a recibir los santos sacramentos de la confesión y de la comunión. Los milagros acompañaron a San Vicente en toda su predicación, siendo el don de las lenguas el primordial y básico para su misión de evangelizar las ciudades y pueblos. El santo se mantuvo humilde y sencillo a pesar de la gran fama y popularidad alcanzada por sus predicaciones en varios países. Los últimos años, acechado por varias dolencias y enfermedades, sus predicaciones mantenían esa fuerza, vigor y entusiasmo que lo caracterizaron en el anuncio del Evangelio.

Murió en plena actividad misionera, un miércoles de Ceniza, 5 de abril del año 1419. Fue canonizado en 1455.

No hay comentarios:

Publicar un comentario